- Coral Ortiz Torres ganó el primer lugar de la convocatoria #RetoEmprendeUV en la categoría Proyectos Tecnológicos y de Innovación
- Participa en el desarrollo de una planta de tratamiento para instituciones de medicina
Boca del Río
Alicia Acosta, Coral Ortiz y Luis Eduardo Ariza |
En el marco del Foro “Imagina, innova y emprende”, que organizó la Dirección General de Vinculación (DGV) el 23 de mayo en el World Trade Center de Boca del Río, se lanzaron las convocatorias #RetoEmprendeUV, dirigidas a los proyectos de la comunidad universitaria estudiantil, y #SoyUVemprendedor, enfocadas a los alumnos que participaron en las actividades del programa EmprendeUV, del Departamento de Desarrollo Emprendedor e Innovación, adscrito a la DGV.
La finalidad de las convocatorias fue otorgar “capital semilla” a proyectos emprendedores o de innovación listos para realizar el escalamiento y desarrollo del producto o servicio, generar una empresa, poner en marcha un proyecto social o, en el caso de Coral, mejorar la empresa o iniciativa ya establecida.
La joven explicó que su proyecto fue pensado como tesis para titularse, acerca de una planta de tratamiento de aguas rojas para el Instituto de Medicina Forense de la Universidad y lo modificó y adaptó a un proyecto de emprendimiento, el cual postuló en la convocatoria #RetoEmprendeUV.
Compartió que deseaba poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula y junto con sus asesores de tesis –Luis Eduardo Ariza Águila, investigador del Instituto de Ingeniería, y Alicia Acosta Garrido, académica de la Facultad de Ingeniería– supo de la necesidad de una planta de tratamiento de aguas para el Instituto de Medicina Forense, incluso ya estaban construyendo una pero no cumplía con los requerimientos ambientales para ese tipo de aguas especiales.
“Las aguas rojas son una clasificación especial de las aguas residuales, provienen de la medicina forense o rastros, contienen mucha sangre y su coloración es muy roja, por todo lo anterior requiere de un tratamiento especial.”
Explicó que el proyecto se basa principalmente en tres tanques: uno en el cárcamo de bombeo; otro de contacto químico, donde se le agregan componentes como desinfectantes, agentes quelantes para los metales pesados; y uno más que es un calificador. Posteriormente se le agregan agentes naturales, en este caso conchas de jaiba que se encargan de filtrar y absorber el remanente de los metales pesados; así, con este proceso las aguas cumplirán con las normas para insertarse o descargarse en el alcantarillado público.
Comentó que el recurso obtenido le servirá para construir un prototipo a escala tamaño laboratorio y lo que sigue es presentarlo a la UV para beneficio de la comunidad universitaria del Instituto de Medicina Forense y después continuar con el proyecto de emprendimiento y escalarlo a otras instalaciones de salud, laboratorios clínicos, hospitales y demás.
Ortiz Torres exhortó a sus compañeros universitarios a realizar cualquier proyecto que tengan en mente y si tienen la oportunidad, involucrarse hasta donde más puedan: “Es muy satisfactorio poder retribuir algo a nuestra alma máter y como egresados tener estas opciones de que nuestras tesis no se queden en la presentación de los exámenes; realicen tesis de verdadero valor que puedan llevarse más allá y ojalá que sirvan como un proyecto de emprendimiento”.
Para concluir, explicó que ella y sus asesores de tesis ya trabajan en colaboración con Mario Antonio Peña Meza y Arely González Hernández, del Departamento de Vinculación en la región Veracruz, para hacer la solicitud ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para el registro de patente del proyecto.
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