Opción de Veracruz
Xalapa, Veracruz
Toda mi vida he sido una gran lectora, eso fue fundamental para ser maestra. Me dediqué 55 años a enseñar literatura y lo hice con gran pasión, expresó Margo Glantz en amena conversación con el director general del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), Rodolfo Mendoza Rosendo, al comienzo del programa de actividades literarias de la XXVI Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa.
En el marco de este evento anual, organizado en coordinación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Ayuntamiento de Xalapa, la autora de la obra Yo también me acuerdo (Sexto Piso, 2014), título, a su vez, de la charla en la que desglosó algunos aspectos de su carrera, así como su pertenencia a la Academia de la Lengua desde 1995, la Beca Guggenheim en 1998 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004, entre otros reconocimientos.
Contenta de estar en Xalapa, ciudad que dijo conocer de manera regular, su vocación cultural y el prestigio que representan las ferias de libros que se realizan en la entidad, “algo que reúne a estudiantes y lectores, lo cual es muy importante, porque hay siempre una retroalimentación”.
Con su característico desenfado, la célebre escritora expresó que su obra es de coleccionista: “colecciono pelos, pies, zapatos, senos, perros y dientes. Todos mis libros son obsesivos, trabajo sobre un tema muy particular, muchas veces con fragmentos del cuerpo, y recopilo textos literarios, fotografías u objetos que tienen que ver con los elementos que me interesan”.
Pionera en una época en que “analizar Georges Bataille como teórico y su relación con Walter Benjamin, era más una tarea de hombres”, a decir de Mendoza Rosendo, la literata reveló cómo incursionó en ese terreno: “creo que siempre he sido un poco morbosa”.
Uno de los detonantes de la curiosidad de Glantz, fue el no haber hallado registro de la obra de Bataille en una enciclopedia de literatura francesa en la década de los sesentas, cuando éste ya era un autor reconocido, considerado por los franceses como “marginal”.
Más adelante, la autora abordó el papel de las redes sociales en la difusión de la cultura, la crítica literaria y académica, “herramientas digitales que son ambivalentes ya que pueden servir para nada y para mucho. Muchas veces uno recomienda libros y obtiene gran cantidad de retuiteos, en Facebook la gente comenta muchos libros”, por lo que reconoció que en este sentido, “sí son importantes las redes sociales”.
La escritora, quien minutos antes de su charla recorrió la Feria acompañada por el Premio Cervantes de Literatura Sergio Pitol, no ocultó su fascinación por el Twitter; “me divierte increíblemente. Es muy bueno porque se pueden escribir cosas muy breves, de repente muy inteligentes, sobre todo, se tiene contacto con mucha gente”.
Así, Glantz refirió precisamente el tuit que alude el libro Yo también me acuerdo: “Me acuerdo que cuando era joven, tenía un novio que me enseñaba a Carlos Marx, aprendí a la vez, el amor y la plusvalía”.
Esta obra, agregó, “es de memorias compuesta de textos muy breves en los que recuerdo mi vida en una manera un poco cronológica, pero siguiendo el fluir de la conciencia, arreglado dentro de una estructura muy específica definida por la figura retórica de la anáfora: me acuerdo de…”